jueves, 1 de enero de 2009

QUERIDO FBI.

A tres años del asesinato de un soñador.
El viernes 23 de Septiembre de 2005 una banda de 300 pistoleros del FBIrodeaban una vivienda en la localidad del Hormiguero, Puerto Rico. Con ellos se apostaron 20 francotiradores venidos de Virginia, EEUU. Uno de ellos alcanzo de un disparo al dirigente independentista Filiberto Ojeda Rios líder de Los Macheteros. A los 72 años Filiberto era la persona mas buscada por el FBI desde que se quito el grillete que le encadenaban para continuar con su lucha. El FBI mantuvo la casa rodeada por 24 horas y no intervino para dejar que el dirigente muera desangrado por la falta de atención médica.
“Ha tenido que ser un 23 de setiembre, cuando el independentismo rememora la proclamación en 1868 de la primera República de Puerto Rico frente al colonialismo español. El FBI escogió bien el momento, fieles a su estilo criminal y provocador, mientras cientos de personas escuchaban su mensaje en la tribuna de la Plaza de la Revolución en conmemoración del 137 Aniversario del Grito de Lares. A las cinco de la tarde, miles de hombres y mujeres lloraban, odiaban y se enorgullecían en la intimidad de sus hogares y oficinas. Pero, aún sin tener información sobre el operativo que acabaría con la vida del guerrillero, desde los primeros avisos de que le rodeaban, sus compatriotas y amigos sabían, absolutamente, sin lugar a dudas, que
Filiberto Ojeda moriría de pie con sus armas en la mano. El doctor Héctor Pesquera confirmó que Ojeda Ríos estaba vestido de camuflaje militar al momento de enfrentarse a los matones del FBI.” [1] “Ya sé que se preguntan, como mi hijo de seis años: Papá, ¿cuándo a vamos a ganar? Hijo querido, ya estamos ganando, porque para derrotarnos el FBI tiene que destruirnos por completo, pero nosotros, para vencer, no tenemos que demolerlos, sólo tenemos que resistir y continuar luchando como Filiberto. El FBI asesinó a Filiberto pero el líder machetero es mucho más que un mártir o una figura romántica; es la voz de la esperanza, es el guía de las nuevas generaciones que estudiarán su visión y cumplirán con su misión.” [2] El FBI pretendía aplacar la acción de rebeldía que significaba Filiberto Ojeda Rios, pero su muerte fue solo el comienzo. En el año 1976 Ojeda Rios se había ocupado de reagrupar a varias organizaciones armadas bajo el nombre de Ejercito Popular Boricua mas conocido como Los Macheteros. El 12 de enero de 1981 Los Macheteros, luego de una serie de acciones militares, bombardean en la Base Muñiz, en Carolina, Puerto Rico, nueve aviones de la Guardia Nacional Aérea de EEUU, destruyéndolos con bombas de iremita (un explosivo letal) y causando daños estimados en más de 50 millones de dólares lo que fue considerado como el ataque mas duro que se le había inferido a los Estados Unidos en su propio territorio. Luego, el 12 de septiembre de 1983, se encargan de expropiar más de siete millones de dólares de un furgón de transporte de dinero de la Wells Fargo en Hartford, Connecticut. Este dinero es utilizado para continuar la lucha guerrillera y para donar juguetes a los niños de un barrio de Hartford y de Puerto Rico el Día de Reyes. Estas son solo algunas de las tantas acciones de Los Macheteros. El 30 de agosto de 1985 el FBI desata un operativo especial contra Los Macheteros y detienen a 15 militantes de la guerrilla, entre ellos a Filiberto Ojeda Ríos tras un intenso tiroteo que se prolongó durante 45 minutos en un apartamento en Luquillo. El FBI acuso a Ojeda de ocho tentativas de asesinato en ocasión del tiroteo durante su detención. El juicio se celebró el 26 de agosto de 1989. Ojeda asumió su propia defensa esgrimiendo que había ejercido la legitima defensa frente a sus atacantes por lo que fue absuelto por el jurado que le dio la razón demostrando que el FBI lo que trataba no era de detenerle si no asesinarlo. Aun le quedaba un juicio en Hartford, Connecticut por la expropiación de los más de siete millones de dólares a la Wells Fargo. “El 23 de septiembre de 1990 se fugó difundiendo un comunicado en el que anunciaba su regreso a la clandestinidad y a la lucha. El entonces director de Claridad, Manolo Coss, encontró en la puerta de las oficinas del semanario un sobre con el grillete dentro y el mensaje. Entonces la figura del revolucionario se elevó aún más, dejando atónitos a todos los puertorriqueños y a los imperialistas estadounidenses. Ya anciano, cardíaco, con marcapasos, cojo y con gafas, Ojeda Ríos aún podía entregar mucho a la causa de la revolución, sobre todo, un gran ejemplo de coraje y valentía hasta el final.” [1] Ojeda decía que al pueblo lo desbandan cultural e ideológicamente: “No piensa más que en el baile, la baraja y la bebida, lo que permite que sigan los que están en el poder.” Sostenía que “La libertad no se conquista sin sacrificio”. Vivió y murió según sus ideas, y aun hoy su espíritu se encuentra en el corazón de cada puertorriqueño que conoce sus aportes para la libertad de su pueblo, en el corazón de todos aquellos latinoamericanos, europeos, habitantes de cualquier parte del mundo que creen que la libertad es la manera.

Los hombres mueren, las ideas no.
[1] Artículo: Asesinado el dirigente independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda Rios www.antorcha.org [2] Dr. Michael González-Cruz




esto quedo afuera, por razones de tiempo, del zine que estuve haciendo y todavia no saque..
por puerto rico libre

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